Comencé a leer una novela sobre el placer de leer novelas, el autor es Italo Calvino y se titula "Si una noche de invierno un viajero". Comienza dando atinados consejos acerca del ambiente ideal que uno debe procurarse antes de comenzar la lectura, "Estas a punto de comenzar a leer la nueva novela de Italo Calvino, Si una noche de invierno un viajero. Relájate, concéntrate. Aleja de ti cualquier otra idea. Deja que el mundo que te rodea se esfume en lo indistinto. La puerta es mejor cerrarla...". Una vez concluidas las recomendaciones, hace una serie de afirmaciones que describen las expectativas del lector ante la obra que tiene en sus manos, yo juzgo que para la mayoría de los casos, deben ser muy atinadas. Luego continúa describiendo el proceso por el que sus lectores debieron atravesaron para establecer el derecho de propiedad sobre el libro (usando las palabras de Calvino). Cuando leí ésta parte del ensayo, sentí que el Big Brother me espiaba cada vez que entro a una librería, y sé que varios de ustedes (aunque yo juro que todos) sentirán lo mismo. Por lo anterior y porque se divertirán mucho leyéndolo, les comparto el mentado fragmento.
"...Has pasado por la librería y has comprado el volumen. Has hecho bien.
Ya en el escaparate de la librería localizaste la portada con el título que buscabas. Siguiendo esa huella visual te abriste paso en la tienda a través de la tupida barrera de los Libros Que Has Leído que te miraban ceñudos desde mostradores y estanterías tratando de intimidarte. Pero tú sabes que no debes dejarte acoquinar, que entre ellos se despliegan hectáreas y hectáreas de los Libros Que Puedes Prescindir de Leer, de los Libros Hechos Para Otros Usos Que La Lectura, de los Libros Ya Leídos Sin Necesidad Siquiera de Abrirlos Pues Pertenecen A La Categoría De Lo Ya Leído Antes Aun de Haber Sido Escrito. Y así superas el primer cinturón de baluartes y te cae encima la infantería de los Libros Que Si Tuvieras Más Vidas Que Vivir Ciertamente Los Leerías También De Buen Grado Pero Por Desgracia Los Días Que Tienes Que Vivir Son Los Que Son. Con rápido movimiento saltas sobre ellos y caes entre las falanges de los Libros Que Tienes Intención De Leer Aunque Antes Deberias De Leer Otros, de los Libros Que Son Demasiado Caros Que Podrías Esperar A Comprarlos Cuando Los Revendan A Mitad De Precio, de los Libros Ídem De Idem Cuando Los Reediten En Bolsillo, de los Libros Que Podrías Pedirle a Alguien Que Te Preste, de los Libros Que Todos Han Leído, Con Que Es Casi Como Si Los Hubieras Leído También Tú. Eludiendo estos asaltos, llegas bajo las torres del fortín, donde ofrecen resistencia. Los Libros Que Hace Mucho Tiempo Tienes Programado Leer, los Libros Que Buscabas Desde Hace Años Sin Encontrar, los Libros Que Refieren A Algo Que Te Interesa En Ese Momento, los Libros Que Quieres Tener Al Alcance De La Mano Por Si Acaso, los Libros Que Podrías Apartar Para Leerlos A Lo Mejor Esta Verano, los Libros Que Te Faltan Para Colocarlos Junto a Otros Libros En Tu Estantería, los Libros Que Te Inspiran Una Curiosidad Repentina, Frenética Y No Claramente Justificable.
Hete aquí que te ha sido posible reducir el número ilimitado de fuerzas en presencia a un conjunto muy grande, sí, pero en cualquier caso, calculable con un número finito, aunque este relativo alivio se vea acechado por las emboscadas de los Libros Leídos Hace Tanto Tiempo Que Sería Hora de Releerlos y de los Libros Que Has Fingido Siempre Haber Leído Mientras Que Ya Sería Hora De Que Te Decidieses a Leerlos De Veras.
Te liberas con rápidos zigzags y penetras de un salto en la ciudadela de las Novedades Cuyo Autor O Tema Te Atrae. También en el interior de esta fortaleza puedes practicar brechas entre las escuadras de los defensores dividiéndolas en Novedades De Autores o Temas No Nuevos (para ti o en absoluto) y Novedades De Autores O Temas Completamente desconocidos (al menos para ti) y definir la atracción que sobre ti ejercen basándote en tus deseos y necesidades de nuevo y de no nuevo (de lo nuevo que buscas en lo no nuevo y de lo no nuevo que buscas en lo nuevo).
Todo esto para decir que, recorridos rápidamente con la mirada los títulos de los volúmenes expuestos en la librería, has encaminado tus pasos hacia una pila de "Si una noche de invierno un viajero" con la tinta aún fresca, has agarrado un ejemplar y lo has llevado a la caja para que se estableciera tu derecho de propiedad sobre él... "