Esta canción la he escuchado desde que era pequeña, forma parte del soundtrack de mi vida y trae recuerdos de ella a mi mente cada vez que la escucho, sin embargo, no es el único motivo por el que me gusta.
Me parece que es un himno a nuestros principios, sin importar cuales sean. Mi padre ha sido un hombre que ha defendido heroícamente sus principios a lo largo de su vida, los ha ido reformando para adaptarlos a la realidad del momento, pero en esencia los ha respetado magníficamente, y como hijo de tigre, pintito, pues yo también tengo una tendencia muy fuerte a defender y respetar los míos y por eso esta canción me eriza la piel, porque cada vez que la escucha reafirmo mi fuerza para defenderlos y recuerdo que sin importar las modas, las amenazas o las tentaciones, siempre es reconfortante recordar que valemos por lo que decidimos ser y no por lo que los demás quieren o esperan que seamos, debemos apegarnos a lo que creemos y defendemos y resistir la tentación o incluso presión de "indefinirnos", porque cómo dice otra canción "la fidelidad, es no moriros poco a poco sin luchar", y creo que ser fieles a nuestros principios es ser fieles a nosotros mismos y cuando nosotros nos respetamos, somos una fuente de bondades.
Sólo recuerden que así como es bueno defender nuestra esencia, también es benéfico mantenernos abiertos a reformas o incluso revoluciones cuando así amerita la ocación.
Los dejo con el video y la letra de esta hermosa canción, espero que les guste.
Para no hacer de mi icono pedazos,
para salvarme entre únicos e impares,
para cederme un lugar en su Parnaso,
para darme un rinconcito en sus altares.
Me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
me vienen a convidar a indifinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.
Yo no sé lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.
Yo quiero seguir jugando a lo perdido,
yo quiero ser a la zurda más que diestro,
yo quiero hacer un congreso del unido,
yo quiero rezar a fondo un hijo nuestro.
Dirán que pasó de moda la locura,
dirán que la gente es mala y no merece,
más yo seguiré soñando travesuras
acaso multiplicar panes y peces.
Yo no sé lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.
Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
cuando la Revolución se venga abajo,
que machacarán mis manos y mi boca,
que me arrancarán los ojos y el badajo.
Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio.
Yo no sé lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.