lunes, 19 de enero de 2009

La primera cita.

En nuestra primera cita, quedamos de vernos cerca del zoológico donde yo realizaba un trabajo de etología de monos araña, la hora acordada medío día, él me avisaría cuando estuviera en el metro para que yo me acercara, finalmente decidío que él llegaría hasta el albergue de los monos.
Ahí me encontraba yo, emocionada, nerviosa, toda arregladita esperando al individuo en cuestión, pensaba en muchas cosas, pero la verdad no sabía que pasaría, ni que hariamos en esa "primera cita", -¿esa era una cita?-me vibraba algo y no sabría describir lo que sentía. En fin de repente aquel hombre apareció con su saco en la mano, y su folder lleno de solicitudes de trabajo, su curricúlum y todas sus esperanzas, me sorprendío mucho verlo ahi entre los alberques de los animales con su trajecito y bien peinado, después de una ardua entrevista de trabajo.
Cuando llego a mi , nos saludamos como viejos amigos, comenzamos a platicar de como le había ido, como había sentido la entrevista, y después pasamos a mi , por fortuna, yo ya había terminado mis observaciones y pude echar la chorcha a gusto, como traía mi cámara fotográfica comenzamos a coquetear con ella, sacandonos fotos, posando él para mi y yo para él, bendito instumento del flirteo.
Al salir del zoo, me propuso que lo acompañara a su escuela, a recoger no se que cosa, yo accedí gustoza y emprendimos el viaje, recuerdo que todo el camino platicamos muy agusto y tranquilos, estabamos contentos.... cada que pasaba el tiempo yo me decía -WOW!!! me gusta me gusta mucho- y continuaba divirtiendome, fuimos a su escuela ahora supongo que como en un intento de estar en su territorio donde sabía desenvolverse bien y lograr impresionarme lo mas posible, pues creo que lo logro.
Despúes fuimos a comer y a tomarnos unas cervecitas y no dejabamos de platicar de todo, de nuestras vidas, abriendonos con cautela sobre algunos detalles pero dejando ver lo mejor de cada uno.
Pero como toda cita, esta tenía que ver su fin, así que emprendimos el regreso, sin estar cansada o aburrida yo no quería que terminara, sin embargo se ofrecío a traerme a casa, pero continuamos platicando, sonriendo, coqueteando, al llegar el momento de la despedida, mientras él fumaba un cigarrillo, me lanzo una bocanada de humo, yo le dije que sabía que eso significaba una "proposición indecorosa" y el se río y en cuestión de segundo me estaba besando, lo estaba besando, nos besabamos........... como en las películas, comenzamos a girar, se oyeron los violines y las mariposas revoloteraron sobre nosotros, apenada corrí a la seguridad de mi hogar con una sonrisa de oreja a oreja y una nueva ilusión instalada en mi corazón.

1 comentario:

ariel-conlaluna dijo...

Estás escribiendo muy bien, sólo aplicate en la ortografía, se te van algunas palabras con error, o en su defecto, búscate un correstor de ortografía y estilo.